Guía de supervivencia en skateparks públicos de Buenos Aires

La ciudad de Buenos Aires pasó de no tener pistas públicas de skateboarding, popularmente conocidos como skateparks, a tener al menos quince. Si la memoria no me falla, la primera fue la de Parque Centenario, que hoy sigue en pie y que por entonces era llamada con cariño "el Cenicero", por su pequeño tamaño y forma circular. Esa pista fue inaugurada en 2007, y representó una anomalía. El antecedente directo había sido la construcción fallida de una pista en el Parque Sarmiento, que quedó abandonada por un cóctel de mal diseño y corrupción.

Pero el cambio radical se dio a partir de 2011, cuando se inauguró el Converse Skate Plaza en las intersecciones de Juramento y Figueroa Alcorta, con la -para nada menor- friolera de 1180 metros cuadrados de puro cemento alisado. A lo largo de estos 13 años se sumaron 13 pistas más, cada una con sus características y particularidades. Algunas muy bien ejecutadas, otras no tanto, algunas con complejos sistemas de bowls y otras con algunos quarters inconexos.

Pero, sin ninguna duda, la aparición y multiplicación de pistas en la ciudad de Buenos Aires así como en todo el país -hoy cada ciudad grande de Argentina tiene al menos una pista de altísima calidad- hicieron entrar al skateboarding en una nueva era de formación, competición y profesionalismo.

Pero para qué tirar tanto truco: con ustedes, sin más vuelta, una lista completa de todas las pistas públicas de skate de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

1. Parque Centenario

La primera pista pública es chiquita pero amigable. Las transiciones son muy tranquilas: poco chupadas, poco empinadas. Eso permite probar con tranquilidad cómo funciona un quarter, un plano y un coping. Durante años, los locales le fueron agregando obstáculos para darle más complejidad. Y se puede ir en cualquier horario, dado que está fuera de las rejas del parque.

2. Converse Skate Plaza

Como dijimos: más de mil metros cuadrados de puro cemento alisado. Un circuito que permite tirar muchas líneas, con obstáculos de todo tipo: pirámides, hubbas, gaps y manualeras. Un circuito full callejero con ejecución perfecta en el diseño y en la construcción. Un hito dentro de los parques públicos de la ciudad. El que de verdad inició todo.

3. Plaza Houssay - Skatepark Facultades

Cuando el Correo Central entró en la obra que lo convirtió en uno de los centros culturales más lindos de América latina, todos los skaters que se juntaban los fines de semana en sus escaleras tuvieron que buscar nuevos destinos. Justo había sido remodelada la Plaza Houssay, frente a las facultades de Medicina y de Económicas de la UBA, dejando una serie de obstáculos muy atractivos. Pronto se convirtió en el centro neurálgico del skate porteño. Luego de unos años, la plaza se refaccionó nuevamente y se usó una plazoleta aledaña para construir una pista y sacar a los skaters de la Houssay. El resultado es un parque chiquito pero divertido, con quarters, baranditas y manualeras, muy apto para la diversión de todo tipo.

4. La Fosa

Este tremendo skatepark está en el barrio de Barracas, cerca del límite con Constitución, y a la vera de la Autopista Frondizi (9 de Julio Sur). Está constituido por una serie de obstáculos algo dispersos, pero con un claro plato principal que es el terrible bowl que tiene en el medio. Está dentro de los parques bien armados y bien ejecutados.

5. Parque Deportivo Costanera Norte - Pacha Park

Ubicado a la vera del Río de la Plata y al lado de donde solía funcionar el infame boliche Pacha se encuentra quizá el mejor skatepark de la ciudad. O al menos, uno de los dos mejores. Una pista enorme, con varios sectores diferenciados: uno con obstáculos a medida de principiantes, luego una parte media llena de rampas, quarters y gaps, para finalizar en un bowl abierto con una de las transiciones más fluidas, amenas y gozadoras de las pistas nacionales. Además, cerca del skatepark principal hay unos minis y todo un caminito que se puede hacer con la tabla. La frutilla del postre: podés bajar un kickflip mientras vez aterrizar los aviones en el Aeroparque Jorge Newbery. Ni en los sueños más salvajes se nos ocurrió algo así.

El skatepark de Plaza Haití, sobre Avenida Bullrich

6. Skatepark Plaza Haití

Justo frente al lateral del Hipódromo, sobre Avenida Bullrich, está la plaza República de Haití. En el vértice de lo que se conoce como "bosques de Palermo", rodeado de vegetación y plazas larretistas, se ubica el skatepark homónimo. Muy cerca del de Costanera Norte, del Converse y del bowl de Vans. Esta zona concentra la mayor cantidad de parques en Buenos Aires, además de hacerlo en un entorno lleno de vegetación. Una maravilla. El skatepark en sí tiene varias rampas altas que permiten ir de lado a lado, con obstáculos en el medio para bajar trucos usando el impulso de las rampas, un bowl corto pero profundo y una parte nueva que involucra unos quarters, pirámides y hubbas. Una joya.

7. Skatepark Vans

En el medio de lo que supo ser el viejo velódromo de la ciudad de Buenos Aires está emplazado un bowl enorme, con profundidad que alcanza para tener una parte de vertical, construido en conjunto por la Ciudad de Buenos Aires y la marca de zapatillas Vans. El entorno, en día soleado, recuerda tranquilamente a algún barrio periférico de Los Angeles. Sin embargo, parece que el bowl tuvo algunos problemas de construcción. La zona, muy cercana al río, pareciera ser inundable, y la pista suele tener permanentes filtraciones de agua. Se ven las marcas de sarro en las paredes, como si de una pileta abandonada se tratase. Por un lado, es una lástima, aunque por el otro resulta un espectacular escenario post apocalíptico skater. Muy típico también de esta cultura.

El skatepark post apocalítico, casi californiano, de Vans

8. Skatepark Núñez - El poli

Al lado del Polideportivo Manuela Pedraza, en la frontera entre Núñez y Saavedra, está el skatepark del poli. En la misma línea que el de la Houssay, es una pista tranquila con buen ida y vuelta, tipo Plaza Haití, que permite ir y venir sin patear y con obstáculos en el medio para divertirse. Es todo lo que se espera de una pista de este tamaño.

9. Skatepark Mataderos

Nos vamos del corredor norte de la ciudad y encaramos para la zona sur, al glorioso barrio de Mataderos. Nacido casi en la misma época que el Converse (si no me equivoco), el skatepark de Mataderos fue una novedad en su momento y una buenísima pista para el deporte. Además, con una comunidad de locales mega activa, que supo dar escuelitas, torneos y un montón de cosas más. Gran spot de la ciudad, en medio de un gran barrio. Todo un lujo.

10. Skatepark de Villa Luro

La joya de la corona. Mano a mano con Pachá para ver cual es el mejor, el skatepark inaugurado en 2023 en Villa Luro es producto del agite de un grupo de pibes que le rompieron los huevos a la Ciudad de Buenos Aires para que construyan algo potable abajo del cruce de Avenida Juan B. Justo y la Autopista 25 de Mayo. Es realmente una obra de arte del concreto alisado. Tiene de todo y en profundidad. Un bowlcito para principiantes, una parte de rampas con obstáculos en el medio para pruebas avanzadas y después dos o tres bowls conectados, tubería 360 en el medio y vertical. Realmente es una locura, un lujo total. Para colmo está abajo de la autopista, lo cual recuerda al querido (y extinto) Backside, uno de los primeros skateparks privados que tuvo la Ciudad de Buenos Aires, y lugar de encuentro infinito. Lo único realmente inentendible es por qué con ya seis u ocho meses de vida el gobierno porteño decidió enrejarlo. Por un lado, volviendo muy peligrosas algunas partes del circuito y, por el otro, rompiendo la organicidad con los pasajes del entorno que le daban un halo de sofisticación realmente brutal. En fin, como dice mi amigo Farfán, "no te pueden ver bien". 

El skatepark de Villa Luro, una obra de arte del concreto alisado

11. Skatepark Villa Real - Pombo Park 

Tal vez el peorcito de todos. Ubicado en una plaza nueva construida en un baldío del barrio de Villa Real, es una serie de quarters y rampas inconexas. Así y todo es un lugar lindo para que los chiquitos aprendan a patinar y que los adolescentes del barrio y las escuelas cercanas vayan a ranchear. El nombre no oficial es Pombo Park en honor a un skater de la zona que falleció antes de que el parque estuviera terminado. Yo jugué al basket con Pombo en 1999 en el club GEVP: tenía el ollie más alto que vi en mi vida.

12. Skatepark Roffo 

Mi skatepark. Si bien es un poco mocho, lo quiero mucho. Se instaló en una plaza justo en el vértice de Villa del Parque, al lado de las vías del tren San Martín. La plazoleta lleva el nombre de Elena Roffo, científica que investigó la medicina contra el cáncer. El hospital Roffo (apellido de su marido) está a unas diez cuadras. El parque no está del todo bien diseñado, tiene rampas muy altas, un medio bowl chupadísimo y unos obstáculos medio imposibles de usar. Así y todo, para mí su existencia es una caricia al alma dado que cuando esa plaza era sólo una canchita de fútbol, iba a patinar ahí. Además, ahí aprendí a andar en bowls y dropear sin morir. El hecho de que sea tan chupado hace que andar en cualquier otro bowl sea más fácil. Es como la habitación del tiempo de Dragon Ball Z, pero del skate. 

El skatepark Roffo, de Villa del Parque, una caricia al alma

13. Skatepark Garrahan

Durante años el Hospital Garrahan fue uno de los spots cruciales del skate porteño. Pero con los cambios de gobierno, eventualmente se prohibió la actividad en la entrada del hospital. Se ve que finalmente el GCBA decidió honrar esa tradición y armó un par de obstáculos en frente, en el parque bautizado por Farfán como "el campito de la muerte". Excelente spot de la ciudad. Todavía no probé el parque. Prometo tirar un update. 

14. Skatepark Pompeya-Riachuelo

Casi a la vera del Riachuelo y en el marco de las mejoras de su costanera, el GCBA armó una pista de skate. También parece sencilla pero bien estructurada, con sus quarters, rampas y obstáculos. Todavía no tuve el placer de conocerla.

15. Skatepark Puerto Madero

Desde sus múltiples refacciones a la creación del Paseo del Bajo, Puerto Madero ha sido un lugar donde aparecieron infinidad de spots, puntos específicos de la ciudad que permiten hacer trucos. Desde la plaza Reina de Holanda a las rampas del Paseo, pasando por las mini plazoletas, siempre hubo actividad skater en la zona. Se ve que el gobierno porteño también decidió blanquear y se mandó un parque a todo culo que parece, desde la fotos, en la línea del Skate Plaza de Converse. Queda visitarlo para sacar mejores conclusiones.

Sin más, esto fue todo: una lista exhaustiva de los 15 skateparks de la Ciudad de Buenos Aires, con promesa incluida de ir mejorando las reviews a medida que vayamos conociendo las que faltan.