La historia del Parque Rivadavia, mina de oro para hobbistas

Desde la década del '40 que el Parque Rivadavia recibe a coleccionistas de todo tipo, pero hoy -a septiembre de 2024- la crisis y la necesidad de crear un nuevo lugar de pertenencia hicieron que su feria creciera, congregando a cientos de personas por el coleccionismo de juegos, juguetes y antigüedades.

Golden Age

El Parque Rivadavia tuvo siempre un hogar para esta gente, siendo primero el inmortal Ombú de los Coleccionistas el punto de encuentro. Los alrededores de ese árbol desde el comienzo estuvieron ocupados por la numismática y la filatelia. Luego vino la creación de la feria de libros y revistas, y desde los años '60 la incorporación de la de hobbistas, los domingos.

Este espacio para muchos sagrado es un punto cultural importantísimo para la Ciudad de Buenos Aires, no solo por su feria organizada sino también por las comunidades que lo fueron viviendo y ocupando. En los '80, multitudes se juntaban a intercambiar vinilos, al punto de que el Parque comenzó a ser un espacio para las proto tribus de punks, metaleros y melómanos en general. Circulaban álbumes usados, discos importados y los famosos bootlegs (toda una cultura de lo trucho en sí misma), que ofrecían grabaciones piratas de recitales o rarezas de estudio.

"Desde el mediodía del domingo aquel / Donde se intercambiaban discos de vinilo / Con rumbo al otro lado vamos vos y yo"

Iorio inmortaliza ese momento en "A vos amigo", de Almafuerte, un canto a la amistad y a los momentos compartidos por la comunidad metalera que se juntaba allí. La información que se podía encontrar en el Parque era tal que cambiaba vidas, forjaba amistades y también permitía ganar unos mangos para sobrevivir en este país en constante crisis.

Durante los '90, con el 1 a 1 que una parte de la clase media podía disfrutar, la feria de libros y revistas llegó a su mejor nivel de material. No solo se podían encontrar clásicos sino que también había puestos especializados en historieta o libros de historia que importaban novedades.

En esa época también llegó Magic: The Gathering al Parque, tomando una buena porción de la feria que con el correr de los años se contraería a un único local que sigue hasta hoy: Time Spiral. Mientras tanto, los domingos seguían siendo de los coleccionistas de juguetes, antigüedades, numismática y filatelia. Y ahí nomás de ese espacio, el sector de discos.

Pero post 2001, la cosa cambió.

De manteros a DVDS

Con la crisis aparecieron los primeros manteros "ilegales", que empezaban a juntarse en los caminos del parque. Al principio con antigüedades, pero a medida que la crisis se profundizaba, las mantas se iban llenando de cosas que la gente vendía para sobrevivir. Algunos tenían emprendimientos, otros reventaban sus coleccionables, pero también estaba el que vendía lo que sacó de su casa o de la basura.

Otro cambio importante fue que en 2003 el Parque fue cerrado con rejas, lo que resultaría después una política habitual en la Ciudad de Buenos Aires.

Pero los manteros siguieron y la feria se expandió a gran velocidad powered by la crisis hasta ocupar todo el Parque. Cuando no hubo más lugar, y sumado a las quejas de los vecinos de los departamentos lindantes al Parque, la policía y el gobierno de la Ciudad (dirigido por Mauricio Macri) se hicieron presentes para "limpiar" el espacio público y solo dejar las ferias "legales".

Otro evento importantísimo que volvió a revivir al Parque fue la creación de El Quinto Escalón, los encuentros competitivos de freestyle que funcionaron entre 2012 y 2017, y que gestionaban YSY A y Muphasa. Pero como dirían en Conan: "Esa… es otra historia".

El resto de la primera y la mitad de la segunda década de los 2000, el Parque mantuvo la feria clásica de libros y revistas, pero poblada por la venta ilegal de DVDs de todo tipo. "JUEGOS, PELÍCULAS, PROGRAMAS", era el grito de guerra de los vendedores. De todos los vendedores, porque el negocio de los DVDs se llevó por delante gran parte de los puestos de libros. Si bien los domingos continuó la feria de coleccionables, fue cada vez más chica y los manteros expulsados se mudaron en gran parte al Parque Centenario.

Durante unos cuantos años, el Rivadavia fue perdiendo la magia. Pero si piensan que ésa fue la época oscura están muy equivocados.

La verdadera era oscura

Entre 2017 y 2019, los DVDs empezaron a desaparecer. Y con eso parte de la feria. Años atrás, muchos vendedores de libros fueron cambiando sus mercadería por carpetas de juegos, películas y programas, pero con la llegada de los servicios de streaming y las nuevas tecnologías, su consumo bajó drásticamente, dejando muchos puestos vacíos que ya no tenían ni libros ni DVDs.

Sumado a eso, el Parque sufrió dos grandes cambios: una lavada de cara en 2017 que lo mantuvo cerrado durante cuatro meses, y en 2019 la apertura de la continuación de la calle Beauchef al lado de la Escuela Normal Superior N° 04 - Estanislao Severo Zeballos.

Debido a esta nueva calle se generó un conflicto entre la feria, los vecinos y el gobierno de la Ciudad, ya por entonces encabezado por Horacio Rodríguez Larreta. Muchos de los clásicos vendedores de la feria y vecinos no querían la obra, ya que abría una calle al lado de una escuela.

Luego de varios meses de discusiones, durante la noche del 26 de julio de 2018, la feria sufriría un incendio que se llevaría 8 puestos, haciendo irremediable la construcción de la nueva calle. El gobierno de Larreta le adjudicó el incendio a la mala instalación eléctrica de los puestos, pero nunca lo pudo corroborar.

Mientras la obra se llevaba adelante, los puestos fueron ubicados sobre la Avenida Rivadavia, sin luz durante varios meses. En la apertura de la obra, a mediados de 2019, los puestos volvieron a su lugar habitual pero con ciertos requerimientos del gobierno porteño. Se ofrecieron mobiliarios nuevos, pero los permisos pasarían a la Ciudad y, para poder renovarlos y mantener el uso, la contraoferta fue que arreglen y pinten los puestos, junto a una serie de trámites para poder trabajar en la feria.

Al final, la calle que se abrió terminó siendo una peatonal por el reclamo de los vecinos y alumnos de la Escuela Normal Superior Nº 04.

Pero cuando este conflicto parecía quedar en el pasado, llegó la pandemia, y con ella el encierro. Entre febrero y junio de 2020 la feria estuvo cerrada, y en su apertura solo se podía ir de lunes a viernes, un día puestos pares, y al otro impares. Hasta que en diciembre de 2020 la feria volvería abrir normalmente los fines de semana.

Reapertura, crisis y renovación

Poco a poco, el Parque volvió a sanar y a adaptarse a la nueva época. Por un lado, la feria de libros y revistas volvía a tener material, la de hobbies de los domingos volvía a convocar gente y se sumaban muchos vecinos en busca de uno de los pocos espacios verdes del barrio.

Entre cumpleaños al aire libre, el regreso de actividades como clases de gimnasia para mayores, y la renovación de los puestos, los domingos empezaron a aparecer coleccionistas que ocupan la vieja fuente de la entrada de Rosario para cambiar figuritas. Ritual que en 2022, con el Mundial, explotaría de popularidad, haciendo imposible moverse por el Parque los domingos.

A medida que la fiebre de figus fue bajando (que no fue de un día para el otro, si no de meses y meses), ocuparon ese espacio con mantas vendedores de coleccionables en principio de autitos a escala, pero rápidamente todo tipo de coleccionistas, en general.

Al principio festejamos, porque se necesitaba este espacio al aire libre. Desde 2015 que las ferias de coleccionables pertenecían a galpones y grupos de Facebook, donde para entrar hay que pagar y para vender hay que seguir sus reglas. Y salvo algunos puntos en el Parque Centenario, no había muchos espacios para generar estos encuentros. Por lo cual, a medida que la zona de los nuevos manteros iba creciendo, nos íbamos alegrando de los tesoros que se volvían a encontrar en el Rivadavia.

Ya desde el año pasado, la zona de hobbistas empezó a tener esta otra feria de manteros que solo funciona de 8 a 14 (cada vez un poquito más tarde, en realidad), pero fue con los duros golpes de la inflación de mid 2023 en adelante cuando los manteros empezaron a ganar territorio y una vez más, powered by la crisis que tenemos encima cual maldición vampírica, crecieron hasta ocupar a hoy, septiembre de 2024, más de un cuarto del Parque. Suena a 2001 otra vez.

Con los golpes económicos del último año y más, sumados a la fatality que fue la pandemia para muchos comerciantes, las mantas se llenaron de material a la venta. Es en estos momentos de crisis fuerte donde el que tiene plata compra y el que tiene necesidad vende. Esta nueva feria también cuenta con grupos de Facebook donde se organizan ventas y entregas, pero para mantear solo hay que caer temprano el domingo y encontrar un lugar.

Hoy el Parque vive esta dicotomía de realidades: por un lado el festejo de tener un nuevo espacio para ser hobbista, y por el otro la crisis que nos moviliza a salir a buscar el mango.

Más allá de la sombra de la crisis sobre todos nosotros, el Parque vuelve a ser punto de encuentro y paseo. Realmente recomiendo que visiten la feria de hobbistas los domingos, porque es un flash la cantidad de gente y de cosas hermosas que se ven (cositas desde 500 pesos hasta Castillos de Grayskull por cientos de dólares).

Pero vivimos en tiempos acelerados, y el nuevo gobierno de la Ciudad comandado por Blackri tiene el ojo puesto en cómo se ve la ciudad, limpiando gente sin techo de la calle, y manteros. Ya se puso en acción un operativo grande para sacarlos del Parque Centenario, y no sabemos cuándo, pero sí sabemos que va a suceder, van a llegar la Policía y la Ciudad a vaciar también el Rivadavia.

Por lo pronto, esto es un repaso de la historia del Parque y sus ferias. Agradezco a los feriantes que hablaron conmigo y a los amigos de Time Spiral, que me dieron fechas específicas de algunos eventos. El Parque Rivadavia es muy importante para mí, pero ése va a ser otro texto un poco más sentimental y menos informativo. Mientras tanto, aprovechemos los domingos para visitar el Parque Rivadavia, defendamos el espacio y a los laburantes que están ahí.