Godzilla Minus One: los traumas siempre vuelven
Setenta años cumplió en 2024 el Rey de los Monstruos, y el mejor festejo es Godzilla Minus One. Una película ambientada en la Segunda Guerra Mundial que retoma el concepto original de la popular franquicia y pone al lagarto gigante en un rol metafórico, representando el horror de las masacres nucleares y el trauma que dejaron en el pueblo japonés.
Con los años, Godzilla llegaría a héroe de Japón ante amenazas externas (generalmente aliens u otros monstruos), pero no fue hasta Shin Godzilla que se retomó al monstruo como elemento narrativo, en un film dramático sobre qué hacen el gobierno y la ciencia frente a la aparición de un reptil gigante con poderes.
Qué debería hacer el estado frente a una amenaza así resulta una pregunta clave de esta película de 2016 dirigida por Hideaki Anno (creador de Evangelion) y Shinji Higuchi (director de FX de la trilogía Gamera de los '90). Shin Godzilla hablaba sobre las acciones, las consecuencias y los arreglos que tienen que hacer políticos nipones y científicos, y de la tensión con la política internacional.
En Godzilla Minus One (2023, Takashi Yamazaki) encontramos un protagonista roto, un aviador kamikaze que no tuvo el valor de estrellarse. En su regreso a Japón para en una pequeña isla, donde funciona un puesto del ejército japonés. Ahí Tachibana, jefe de los mecánicos, se da cuenta de que Shikishima, el protagonista, no cumplió su misión y fingió que su avión estaba averiado.
Es en esa isla, durante la noche, donde vemos la primera aparición de Godzilla; uno más pequeño, sin mutación, que ataca el puesto y mata a todos. Salvo a Shikishima, que tiene la oportunidad de ser héroe pero nuevamente se congela por miedo, y a Tachibana, quien encima lo culpa por la muerte de sus compañeros.
Con la herida cada vez más abierta, el aviador vuelve a casa y encuentra una ciudad destruida por los bombardeos yankis, a sus padres muertos y la violencia de sus vecinos, que lo ven como desertor. Hace lo posible para salir adelante, consigue trabajo como limpiador de minas marinas y logra formar una "familia" con Noriko y su bebé Akiko.
Mientras el protagonista está en altamar por su nuevo trabajo, Godzilla regresa con super esteroides nucleares: ahora sí es el Rey de los Monstruos y un problema para todo el país. Desde ahí, la narrativa cambia a un drama político sin dejar de lado a Shikishima, que nunca deja de pasarla mal pero no para de luchar.
Siete años después de Shin Godzilla, este nuevo film retoma al monstruo como motor narrativo para profundizar en cómo los traumas resurgen aunque tratemos de taparlos. Alejadísima de la grasada del Godzilla yanki, a Godzilla Minus One le fue muy bien a nivel crítica y premios (Oscar a mejores efectos, mejor película para la Academia Japonesa). La distribución del cine nipón suele ser complicada, y tardó casi un año en estrenarse fuera de la isla. Lamentablemente nos la perdimos en cines, pero está online.