Disclaimer [Este post se publicó en este blog el año pasado y lo borré por error. Dada la actualidad de su tema lo vuelvo a subir pero expandido y revisado]

En un artículo anterior “Scaloneta: Una breve historia memética” traté de dar una definición operativa para el término meme, que nos permite analizar el constructo cultural en su contexto. Para este nuevo artículo vamos a seguir usando la definición estándar de meme tal cual la escribió Limor Shifman. Un meme es:

“(a) un grupo de ítems digitales que comparten características comunes de contenido, forma y/o postura, que (b) cada uno es creado con conciencia de los otros, y (c) que son circulados, imitados o transformados a través de internet”.

Pijurro es un meme que surge como una deformación de Gaturro, el personaje de historieta creado por Nik, un dibujante argentino. Gaturro se inscribe en la tradición de personajes humorísticos para público juvenil iniciada por Quino con Mafalda, continuada por Sendra con Yo, Matías y llevada al paroxismo por Nik. Gaturro es un personaje inspirado en Garfield pero con altas dosis de humor chabacano y sentido común.

La innegable popularidad de Gaturro en el mundo offline se vió contrastada con la impopularidad de su autor en línea y, particularmente, en la plataforma social Twitter. Pijurro es una manifestación memética de esa tensión. O mejor dicho, Pijurro nace en el contexto de esa tensión.

Es común cruzarse con manifestaciones de repudio no tanto al personaje sino al propio autor a causa de sus plagios constantes en diferentes plataformas sociales. Si bien aquí no vamos a debatir acerca del concepto de original/copia y demás, nos alcanza con señalar que Nik no es un personaje querido ni por los usuarios ni por los historietistas.

En la década de los 2010 el gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires comenzó a instalar estatuas conmemorativas de diferentes personajes animados argentinos. Mafalda, Hijitus hasta que llegó el turno de Gaturro. Con el correr del tiempo la estatua fue vandalizada de innumerables formas. Mientras que algunos veían en esto un símbolo del repudio al autor, otros encontraban en la estatua intervenida un objeto que permitía ser apreciado de forma meramente estética, es decir, por su valor intrínseco como objeto. Otros, simplemente lo veían como algo divertido.

En algún momento (y esto no lo tengo demasiado claro, así que me pueden escribir en los comentarios y lo puedo corregir) alguien dibujó una pija en la estatua de Gaturro dando inicio al meme pijurro (pija + gaturro) o tal vez fue al revés alguien en internet dibujó al gato con una pija en la frente y luego alguien lo llevó a la realidad. Casi no importa porque en este caso el orden de los factores no altera el producto. En el momento en que pijurro y la estatua devienen unidad, ya no importa qué apareció primero.

Así, nace el meme de pijurro que satisface las condiciones exigidas por nuestro criterio como para ser considerado como tal. Podemos ver mucho que Pijurro no es sólo un meme, sino un conjunto: desde ilustraciones del personaje a fotos con la estatua. Todos son creados con conciencia de la existencia de las otras versiones del meme y circulan fundamentalmente a través de internet. 

Lo más fascinante de todo se dió en las últimas semanas cuando Nik, inició una nueva cruzada para reemplazar la estatua. Nik eligió hacerlo desde una postura narrativa en la que se presenta como una víctima. Sostiene que su creación es víctima de los trolls kirchneristas (Nik es uno de los pilares del humor antikirchnerista) que para “silenciarlo” inventaron una campaña en su contra.

El tema explotó en redes sociales, dado que Nik logró que una nueva estatua sea emplazada en el lugar. El tema invadió todas las redes e incluso cómo podemos ver según Google Trends, la herramienta de análisis de tendencias de google, Pijurro es un tópico popular en las búsquedas de internet en Argentina. 

Pijurro es un meme que contribuye a una especie de “folklore de internet”. Cuando dos personas se ríen de un meme de pijurro, afirman que tienen parte en un código común. Ese código común puede ser la coincidencia en la creencia original de que Nik es un delincuente o simplemente en sentirse atraídos por la gracia del meme. Cualquiera de las opciones acerca del significado del meme termina siendo irrelevante porque lo que importa en la cultura memética es saber si el otro comparte el código y nada más. Pijurro funciona como una contraseña para detectar si nuestra contraparte es “competente” en el lenguaje de internet.

Lo más llamativo es que en esta nueva cruzada, Nik menciona a Pijurro. Entonces sucede algo distinto. Ahora tenemos una evidencia concreta de que Nik conoce a Pijurro. Así, a mi entender entramos en una nueva fase del meme: El loop de retroalimentación. O como se conoce en la literatura en inglés: feedback loop.

Ahora Pijurro existe como idea en la mente de Nik, dando la vuelta completa: Pijurro una derivación irónica de Gaturro, ahora infecta la mente del mismísimo Nik y quizá pueda afectar la dirección en la cual Nik siga creando a su personaje. Al menos ahora sabemos que en el cerebro del creador de Gaturro, también existe, en forma simultánea, Pijurro. Y creo que eso es hermoso. Como decían algunos usuarios “Pijurro es canon”. 

https://twitter.com/Nikgaturro/status/1552714202162368512

Y entonces el ciclo vuelve a comenzar. Pijurro se hace presente en el acto de vandalizar la estatua de Gaturro, lo cual llama la atención del creador que inicia una campaña para emplazar una nueva estatua y romper la nueva estatua de Gaturro deviene meme. Es decir, volver a convertir a Gaturro en Pijurro. Y pareciera que este ciclo puede continuar de forma incesante. 

Este ciclo de retroalimentación lo que muestra es la tensión entre la creación de Gaturro y el sentido original de la obra versus la reinterpretación memética de un grupo de personas en línea: Pijurro, el gato con cabeza de poronga.

Sin ir más lejos, y salvando todas las diferencias (absolutamente todas) ya hay casos de personajes que fueron creados con un sentido cualquiera y devinieron íconos de internet. Como “Pepe the frog”. En un documental que ya recomendé varias veces “Feels Good Man” podemos ver todo el derrotero de la creación de Matt, cómo afecta el hecho de que se haya vuelto un ícono de internet, utilizado con fines políticos, y devenido meme. 

Si bien creo que aún estamos lejísimos de que algo así suceda, no deja de ser hermoso ver cómo en tiempo real se produce una disputa de sentido alrededor de un personaje de historieta.

Actualización Julio 2023

El nuevo intento de Nik de emplazar una estatua limpia y con “tecnología anti vandálica” en el mismo lugar donde estaba su predecesor generó una nueva ola de vandalización que destruyó la estatua por completo. Un sin fin de memes retratan cada etapa de la destrucción del muñeco hasta videos del retiro del mismo por parte del GCBA e incluso un usuario se acercó hasta el lugar a dejar una lápida. 

Gaturro está atrapado en un loop de retroalimentación positiva, que posiblemente no tenga vuelta atrás. O sí. El caso me hace acordar al evento conocido como “The triggering of Shia Labeouf”, evento en el cual el reconocido actor intentó crear una “performance” anti Trump y fue sistemáticamente troleado por usuarios del foro 4chan. Recomiendo verlo para entender cómo funciona la lucha por el sentido una vez que una obra es apropiada por el público.

Nik como autor está frente a dos posibilidades. La primera es dejar de alimentar al meme y evitar reemplazar la estatua (o tal vez puede emplazar una representación holográfica de Gaturro, lo cual lo haría inmune a los grafitis). La otra posibilidad es rendirse ante el meme y abrazar la destrucción de Gaturro como parte del devenir de la obra, quitándole el sentido de disputa que hoy representa. Si Nik da su aval a la vandalización, quizá esta pierda sentido.

En todo caso, lo peor que puede hacer es seguir sosteniendo su postura actual en la cual intenta controlar el sentido de la obra a la vez que emplazar la estatua esperando neutralidad por parte del público. Público que lo incorporó al caldo memético nacional como una de sus figuras más significativas.