El segundo disco de Cata Carpena llama la atención de inmediato por su nombre, pero bastan algunos minutos para olvidar ese titulazo y que la cabeza se vaya con algunos versos fantásticos ("Quiero patear para el arco correcto pero algo en mí está emergiendo"; "Me querés muerto, indefenso y virgen para poder ser tu premio"), con los numerosos arreglos y detalles de producción, o con el impulso mismo de un sinte saturado o una guitarra hiriente. La producción, el audio, la composición y la interpretación de Los viejos con guita están todos por encima de la norma, reclamando una escucha presente de estas canciones con el ímpetu del rock y mucha data fresca en el cruce de acústica, electrónica y sensibilidad, laburado junto al productor Junior Martain. El resultado es un álbum consistente que puede ir del techno grunge a una psicodelia ligeramente orquestal, y que para muchos pareció haber salido "de la nada". Pero no: toca desde los 14, viene sacando música desde antes de la pandemia, estudia en Tecson y apenas pisa los 20. Y seguro volverá a sorprender.
► Buenos Aires
► 34 minutos
► Julio de 2024